Podemos utilizar diversos elementos para colocar en el centro de la mesa: flores, plantas, piezas de plata o de porcelana, candeleros, candelabros, frutas, etc. Pero siempre pondremos un centro, si no la mesa quedará estéticamente incompleta.
De acuerdo con el tamaño de la mesa colocaremos unos, dos o tres elementos y dos o más candelabros. Tendremos en cuenta que éstos elementos no sean demasiado altos; si lo fuera entorpecerían la conversación. Es terrible tener que hablar con la persona que está enfrente moviéndonos para encontrar el hueco que nos permita verla. La excepción: en comidas muy importantes, cuando solamente se habla con los vecinos de mesa, a derecha e izquierda.
Los centros deben combinarse con el servicio de mesa, la mantelería y la ocasión. Algunas veces quedan mejor unas bonitas flores de campo, bien arregladas, que una preparación muy elaborada. Crear centros de mesa, utilizar elementos no tradicionales, lo ideal es dar rienda suelta a la imaginación y sorprender con creatividad. Deberemos estar atentos a que las flores no tengan perfume fuerte o penetrante, ya que seguramente no se combinará con el de la comida.
Tendremos siempre el recurso de encargar los arreglos a especialistas en la materia, sobre todo si se tratase de varias mesas.
El colocar flores apoyadas en el mantel, que se va marchitando a ojos vistas, es una desagradable costumbre de ciertos restaurants, es preferible pedir que no las pongan.
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